La zona cervical es, por su estructura y su función, una parte delicada de nuestro cuerpo. Sobre ella descansa la cabeza, con un peso de entre 4 y 6 kg. y a la que permite una gran movilidad.
El uso del ordenador y los móviles, unido a poco ejercicio adecuado de la musculatura del área cervical, provocan muy frecuentemente sobrecargas y dolor.
La gravedad, el estrés y la tensión nerviosa, las posiciones que adoptamos en nuestro día a día, tanto si estamos trabajando, haciendo deporte, caminando, mirando el móvil o incluso cuando estamos descansando plácidamente en el sofá, son todos ellos factores que acaban incidiendo sobre la estructura músculo-esquelética, naturalmente zona cervical incluida.
El peso de la cabeza y la acción gravitatoria favorecen la tendencia de nuestro cuerpo a estar en una línea anterior, es decir en una posición anteriorizada, en relación al eje o plano frontal. Esto conlleva, que determinados músculos: trapecio superior, pectoral mayor y menor por un lado, se contraen, mientras los flexores profundos del cuello, romboides y serrato por el otro, se inhiben (debilitan) provocando un desajuste en las cadenas musculares y como consecuencia, una disfunción en la zona cervical. No sólo quedará afectada la cadena muscular posterior, sino que también se provocará disfunción en la anterior y por consiguiente una alteración que puede llevar a dolor en la zona cervical.
La importancia de las posiciones que adoptamos
Es importantísimo ser conscientes de las posiciones que adoptamos. Si mantenemos los hombros bien posicionados hacia atrás y la cabeza recta, el peso de la misma se carga directamente sobre el eje central, que es nuestra columna vertebral.
Si adelantamos y/o flexionamos la cabeza, como hacemos al mirar el teléfono móvil, ese peso se multiplica, aumentando la carga sobre nuestra zona cervical en primera instancia y descendiendo la tensión hacia la zona dorsal e incluso lumbar. A mayor flexión de la cabeza más sobrecarga.
Así que, una de las primeras cosas a tener en cuenta para mitigar la tensión cervical, es controlar y mejorar la posición de nuestra cabeza y nuestros hombros.
Aunque actualmente muchas personas practican ejercicio físico de manera periódica, no todos ejercitan la musculatura de la zona cervical. Mantener una postura erguida debería ir acompañada de un fortalecimiento específico de la musculatura en cuestión, idealmente mediante ejercicios de contracción isométrica, que son de bajo riesgo y adecuados incluso para personas de edad avanzada.
Cómo realizar ejercicios isométricos de la zona cervical
El usuario puede realizar estos movimientos sentado, con la espalda recta y bien apoyada en el respaldo de la silla, idealmente frente a un espejo para tener en todo momento control sobre ellos y sobre la correcta posición de su cabeza.
Primero colocará las dos manos a nivel de su frente y empujará la cabeza contra ellas, realizando una fuerza suave pero sostenida durante varios segundos, entre 5 y 8. Seguidamente colocará las manos en la zona occipital y repetirá el movimiento, siempre empujando contra sus manos, después realizará la misma secuencia para los movimientos de rotación y de flexión lateral de la cabeza.
¿Qué más se puede hacer?
No debemos olvidar que una de las mejores maneras de descargar la tensión de la musculatura cervical, es mediante la aplicación de técnicas manuales.
Es aconsejable iniciar el protocolo con un trabajo de fascias, tanto superficiales como profundas, para continuar con un Quiromasaje, a la profundidad adecuada según la percepción del profesional y la información que nos transmita el usuario, para finalizar con estiramientos de los músculos afectados.
Siempre hay que tener en cuenta que si el dolor cervical conlleva vértigos, inestabilidad, mareos o cualquier alteración de importancia, debe ser valorado previamente por un médico, que pautará el protocolo a seguir con el profesional adecuado.
Arseni Sánchez
Espai Manual