Eres de esas personas que a veces dices o piensas: “es como si me faltara el aire” o “Siento una presión en el pecho, y me cuesta respirar”. Si es así… ¡No pases por alto este post!. Te puede ayudar a entender el por qué de este tipo de situaciones y te facilitamos herramientas para que puedas afrontarlas.

¿Qué es el diafragma?
Es un músculo ubicado en la zona media de nuestro tronco, que separa la cavidad torácica de la abdominal. Tiene una función vital: la respiración.

Es un músculo ancho, plano y delgado, con forma de bóveda. En su zona más alta y central se encuentra una estructura tendinosa, denominada centro frénico, desde donde convergen las diferentes fibras que conforman el diafragma.

Se divide en tres porciones: esternal, costal y lumbar. Presenta diversos orificios que permiten el paso de importantes estructuras entre el tórax y el abdomen, como por ejemplo:

  • Hiato esofágico: localizado a la altura de T10, sirve de paso para el esófago y sus vasos, y para el nervio vago.
  • Hiato aórtico: su ubicación es a nivel de la vértebra T12, permite el paso de la arteria aorta, el plexo aórtico y las venas ácigos y hemiácigos (sistema venoso torácico que desemboca en la vena cava).
  • Foramen de la vena cava: se localiza un poco a la derecha del centro frénico y permite el paso de la vena cava inferior y el nervio frénico.
  • Triangulo esternocostal: en él encontramos la hendidura lumbar medial, que permite el paso de los nervios esplácnicos, y la hendidura lumbar lateral, por la que pasan los conductos o troncos linfáticos.

¿Cuál es la función del diafragma y cómo funciona?
Es el músculo de la respiración por excelencia.
También tiene mucha importancia en el movimiento circulatorio de la sangre y la linfa, facilitando el retorno venoso y linfático.
Su movimiento de ascenso y descenso, ejerce una presión- bombeo sobre los órganos abdominales favoreciendo el movimiento peristáltico y el funcionamiento digestivo en general.
También, y debido a su ubicación y sus zonas de anclaje, puede influir en nuestra postura. Su tensión excesiva y sus contracciones pueden provocar una ligera flexión de nuestro tronco.
Y, por último y no por ello menos importante, su relación con el estado emocional. Sensaciones de miedo, ansiedad o estrés pueden generar tensión en este músculo, generando disfunción, y como consecuencia una deficiencia de nuestra respiración, en la circulación sanguínea y linfática y disfunciones a nivel digestivo.

El diafragma desarrolla dos movimientos, el de descenso durante la inhalación y el de ascenso durante la exhalación. Cuanto más amplios sean estos, más cantidad de aire entrará y saldrá de nuestros pulmones, mejorando nuestra oxigenación.

¿Qué pasa si no funciona correctamente el diafragma?
La disfunción de este músculo puede ocasionar disnea (dificultad respiratoria o falta de aire), disminución en el rendimiento físico, trastornos respiratorios del sueño, hipersomnia (facilidad para dormirse durante el día y en condiciones anormales), insuficiencia respiratoria y en definitiva… Peor calidad de vida.

¿Qué tiene que ver el diafragma con las emociones?
Nuestro ritmo de vida y el estrés diario repercuten sobre nuestra forma de respirar, haciendo que el diafragma se tense en exceso y, por ello, se produzca un acortamiento de sus fibras. Esto afectará a nuestra actitud postural, y se reflejará en nuestro sistema emocional.

El músculo diafragma y su fascia tienen relación directa con la fascia de diferentes órganos: corazón (pericardio), pulmones (pleuras), hígado (cápsula de Glisson), riñones… A nivel emocional, estos órganos también se ven afectados, y el efecto repercutirá también sobre el diafragma.

Al ser un músculo tónico e involuntario, tiende a la rigidez. Esto es algo a tener en cuenta ya que existe una relación directa entre el estado de tensión-relajación del diafragma con la sensación de tensión-relajación a nivel emocional, es decir, según estemos anímicamente, respiraremos y nos sentiremos mejor o peor.

¿Cómo saber si tengo el diafragma bloqueado?
Es frecuente observar personas que tienen un «bloqueo diafragmático» y que a la vez sufren una o varias de las causas que enumeramos a continuación:

  • Dificultad para respirar
  • Presión en el pecho
  • Hipo
  • Dolor en el pecho, abdomen o espalda (sobre todo en zona media)
  • Indigestión
  • Náuseas y vómitos
  • Tos persistente

No está siempre relacionada de forma directa la aparición de uno de estos signos con el bloqueo del diafragma, pero debe tenerse en cuenta la posibilidad.
Lo recomendable, en caso de presentar algunos de estos síntomas, es acudir a un centro médico que haga un diagnóstico. Si se descartan patologías, lo más probable es que exista «bloqueo diafragmático».    

¿Cuál es la forma correcta de respirar?
Inspirar por la nariz (es por donde el aire se filtra y se calienta) y espirar por la boca.
Para conseguir una respiración completa y eficiente, deberíamos implicar al máximo al diafragma. Para ello colocaremos una mano sobre nuestro tórax (para controlar que no estemos respirando a nivel torácico) e inhalaremos aire por nuestra nariz lentamente, al mismo tiempo que sacamos nuestro abdomen hacia fuera (facilitando así el descenso del diafragma). Para soltar el aire, frunciremos los labios y lo dejaremos salir lentamente, mientras metemos el abdomen hacia dentro. En ambas fases, inspiración y espiración, nos aseguraremos de mantener una buena posición de los hombros.

¿Qué beneficios se obtiene al respirar con el diafragma?
Mejora la ventilación, favoreciendo la llegada de aire hasta las bases pulmonares. Aumenta la capacidad pulmonar, ya que respirando con el diafragma la respiración es más completa.
Disminuye el estrés y la ansiedad.
Ralentizando el ritmo respiratorio, relajamos al sistema nervioso, favoreciendo una sensación de bienestar.
Si además respiramos de forma consciente, potenciamos muchísimo más estos efectos beneficiosos.

¿Cómo podemos cuidar el diafragma?
Como sabéis los que ya nos conocéis, en Espai Manual somos partidarios de tratamientos multidisciplinares que abarquen, desde el trabajo más concreto y específico, al más amplio y generalizado.

Así que, para mejorar el estado de nuestro diafragma, os proponemos:

  • Mejorar la respiración, intentar respirar correctamente
  • Controlar el estrés
  • Trabajar las fascias de cuello, tórax, abdomen y espalda
  • Aplicar estiramientos del diafragma y bombeos torácicos
  • Realizar ejercicio adecuado a cada persona, especialmente los que combinan posición y respiración como yoga, pilates……
  • Quiromasaje para reducir el nivel de tensión muscular general, mejorar el sistema circulatorio y generar bienestar
  • Reflexología para ayudar a restablecer el equilibrio físico, energético y emocional
  • Masaje Tradicional Tailandés, una técnica holística que trabaja cuerpo, mente y energía, ayudando a reducir los niveles de estrés.

La combinación de diferentes técnicas y formas de trabajo, nos ayudará a obtener mejores resultados y de forma más rápida.

¡Vale la pena! Así que cuanto antes empieces a cuidar de tu diafragma, mejor.

Arseni Sánchez y Marifé López
Espai Manual

 

 

 

2 Comments

  • Enrique
    Posted 18/12/2023 1:33 am 0Likes

    Curso de como ayudar acrepirsr con el diafragma

    • EspaiManual
      Posted 18/01/2024 10:03 am 0Likes

      Hola Enrique,

      tenemos un curso de Regulación fascial programado para los días 7, 14 y 21 de marzo. En este curso, además del diafragma se trabajan diferentes áreas corporales, pero se le da mucha importancia a la regulación del diafragma.
      Es un curso pensado para personas que ya tienen conocimientos de anatomía y masaje. Si es tu caso, ponte en contacto con nosotros.

      Un saludo,

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