El Drenaje Linfático Manual, método original Dr. Vodder, es una técnica de masaje muy suave, rítmica y lenta. (Próximamente, en Espai Manual, iniciamos un curso de Drenaje Linfático Manual en Barcelona, -método Dr. Vodder- impartido por la Dra. Adora Fernández y la Sra. Conxita Lozano, ambas Linfoterapeutas, formadoras de DLM y fundadoras del Institut Ferlo.).

Se caracteriza por la continua acción de presión y descompresión que ejerce el terapeuta sobre la piel y, en consecuencia, sobre el líquido intersticial, imitando el automasaje fisiológico de los tejidos del organismo.
Actúa sobre el tejido conjuntivo laxo o tejido intersticial, vasos sanguíneos favoreciendo el retorno venoso y especialmente sobre el sistema linfático activando la circulación de la linfa.

Las maniobras que realiza el/la profesional en este tipo de masaje deben permitir que la piel se desplace sobre los tejidos de planos inferiores, sin friccionar, sin que produzca dolor y sin producir hiperemia.

La elasticidad y la sensibilidad de la piel varia en las diferentes personas, según cada caso y en relación con la edad por ello, es importante adaptar el punto justo de presión, ya que una presión inadecuada no permitirá obtener el máximo beneficio del tratamiento.

La acción de bombeo que se ejerce sobre los tejidos es una constante durante toda la sesión de aplicación, siempre adaptándose a la fisiología del sistema linfático, tanto en velocidad como en ritmo y dirección.

La suavidad y la relajación en el punto justo de la mano, junto con la flexibilidad articular de la muñeca, son las características indispensables para que las manos puedan trabajar con precisión.

Maniobras del Drenaje Linfático Manual (DLM)

A diferencia de otras técnicas de masaje, el DLM sólo utiliza cinco movimientos o manipulaciones básicas:

 Círculo fijo, será mayor o menor según la zona a tratar.
 Rotatorios de la palma de la mano para zonas amplias.
 Círculos del pulgar para zonas pequeñas.
 Movimiento de bombeo, que junto con los círculos de la palma es especial para extremidades.
 Con la adaptación y combinación de estas maniobras potenciamos la movilización de moléculas, devolviendo al tejido su correcto equilibrio, con la consecuente mejoría perceptible en el cambio del aspecto de la piel.

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Efectos del Drenaje Linfático Manual (DLM)

La principal acción del DLM es su acción antiedematizante porque actúa directamente sobre el microcosmos circulatorio formado por el líquido intersticial, los capilares linfáticos y los capilares sanguíneos. Produce una vasoconstricción a nivel del esfínter precapilar sanguíneo. Favorece la salida del intersticio de macromoléculas como grasas y proteínas, así como restos metabólicos y exceso de líquido hacia los capilares linfáticos.

A nivel sensitivo motor inhibe los estímulos dolorosos produciendo un efecto sedante al aliviar la sensación de dolor.

El gran estado de relajación que provoca, es debido a un efecto sobre el sistema neurovegetativo, se refleja por producir un cambio en el equilibrio simpático-parasimpático, potenciando en todo momento la acción parasimpática.

La acción neural del DLM incide también sobre la musculatura lisa y estriada del organismo, ejerciendo un efecto regulador del tono muscular.

Cabe destacar su incidencia en el sistema inmunológico o defensivo del organismo, actuando sobre los ganglios linfáticos y las células que forman parte de él.

Ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos del tejido que constantemente se renuevan, dando lugar a una mejor nutrición celular y en consecuencia una acción regenerante del espacio intersticial.

Puede ser aplicado en tratamientos faciales y corporales, tratando las áreas linfáticas correspondientes en cada caso y en base a los efectos que deseamos conseguir.

Aplicaciones del Drenaje Linfático Manual (DLM)

Su aplicación es muy valorada en tratamientos estéticos y medicina estética, siendo indispensable después de operaciones de cirugía estética, en las cuales consigue reabsorber el edema y hematoma post quirúrgico en menor tiempo, acelera el equilibrio fisiológico de la zona facilitando una cicatrización interna y externa.
Muy valorado en lipodistrofias (celulitis) acné, rosácea, pre y post parto, etc.

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A nivel de profesionales del masaje es de gran ayuda en diferentes alteraciones, hematomas, distensiones en general, alteraciones de la rodilla, rotura de fibras musculares, síndrome cervical o latigazo, contracturas en general, problemas de circulación en extremidades, después de operaciones ortopédicas, después de cirugía máximo facial, cicatrices, queloides, post cirugía vascular, entre otras muchas dolencias.

En rehabilitación es donde el DLM consigue su mayor éxito, ya que es técnica diana en el tratamiento de los linfedemas de brazos y piernas.

Aplicado sólo o en combinación con otras técnicas, siempre siguiendo los protocolos establecidos y aconsejados para cada caso, el DLM ha conseguido por si sólo ocupar el lugar destacado que los profesionales de la salud le han otorgado.

Dra. Adora Fernández
Sra. Conxita Lozano

Linfoterapeutas, formadoras de DLM y fundadoras del Institut Ferlo

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