El Dr. Mario Lloret i Riera, catedrático de anatomía aplicada a la actividad física y el deporte y creador del método de Natación Terapéutica, nos habla en este post sobre los beneficios de la actividad física frente a los problemas actuales del sedentarismo.
Muchos dicen que el esfuerzo es cuestión de suerte, pocos dicen que la suerte es cuestión de esfuerzo (Anónimo).
En el año 2012, la prestigiosa revista científica The Lancet (Min Lee et al Lancet 9-19 July) sitúa el sedentarismo como la segunda causa de muerte en el mundo, sólo por detrás de la hipertensión arterial (en relación a los factores de riesgo cardiovascular). Y, se sabe, que el sedentarismo se ha convertido en una característica que define la sociedad actual por el alto tiempo de pantalla/s. La inactividad física, según la mayoría de los expertos, acostumbra a ser la causa del sobrepeso, de la obesidad, de la hipertensión o del colesterol alto, factores todos ellos que constituyen la base de una mala salud.
Lo cierto es que el sedentarismo es una conducta relativamente reciente ya que, hasta hace pocas décadas, el estilo de vida del ser humano estaba dotado de un fuerte componente físico necesario para sobrevivir. La relación entre la actividad física y la salud se fundamenta en la evidencia científica de que cada vez existen más estudios que demuestran la influencia del sedentarismo sobre el desarrollo de las enfermedades crónicas más frecuentes de nuestra sociedad.
Por eso, las personas que mantienen un estilo de vida físicamente activo o una buena forma física, presentan tasas de mortalidad más bajas que aquellos que son sedentarios, así como una mayor longevidad.
La falta de actividad física en las personas provoca gradualmente disfunción musculo-esquelética con atrofia muscular, dolor articular y osteoporosis. Los cambios propios del envejecimiento o de las enfermedades crónicas te llevan hacia la inactividad y la dependencia. El nivel de actividad física de las personas es uno de los principales determinantes de salud de los países desarrollados.
Recordemos el esquema adaptado de Butler et al (1998), acerca de las pérdidas funcionales:
Y fijaros en la frase que, hace muchos años el filósofo de la antigua Grecia, Hipócrates sentenciaba: Todas aquellas partes del cuerpo que tienen una función, si se usan con moderación y se ejercitan en el trabajo para el que están hechas, se conservan sanas, bien desarrolladas y envejecen lentamente, pero si no se usan y se dejan holgazanear se convierten en enfermizas, defectuosas en su crecimiento y envejecen antes de hora.
Una mala forma física o el sedentarismo, por lo tanto, se van a relacionar con la aparición de diversos trastornos cardiovasculares, locomotores, neoplásicos, endocrinos, trastornos mentales, etc., que son causa de una importante mortalidad e incapacidad en nuestro país. La enfermedad cardiovascular es una de las principales causas de muerte, incapacidad y gasto sanitario en Catalunya. La segunda causa de muerte es la derivada de las enfermedades neoplásicas (cáncer). También, el sedentarismo se puede relacionar con un mal estilo de vida.
El cambio de estilo de vida es el que puede propiciar la mejora de la salud en general. Una opción simple y rentable es la realización de ejercicio físico regular. En este sentido, la natación se presenta como una alternativa muy válida por su poca afectación traumática y por ser un deporte muy completo a nivel cardiovascular, respiratorio y muscular, lo cual va a reportar unos beneficios indudables en todas las personas que escojan esta modalidad de ejercicio físico. Fijaros que el cambio de hábitos producido por el ejercicio va a comportar una mejor modulación dietética, el control del peso, la regulación del estrés, las conductas de evitación de tabaco y alcohol y la adopción de medidas preventivas relacionadas con la perpetuación del ejercicio, que va a comportar una mejora de la salud, en general.
Está demostrado en población sana sedentaria que, mediante la realización de un programa acuático durante más de 5 meses con una frecuencia de 3 sesiones por semana de unos 30 minutos de duración, se produce una mejora mayor del 30% en el test de Cooper acuático (12’ nadando) y de un 11% en la prueba de 2 km andando. Esto nos demuestra que mediante la realización de un programa acuático las mejoras son mayores y con una diferencia notable comparándolas con las mejoras del programa de andar. Por lo tanto, un programa regular de natación nos va a llevar a un estilo de vida saludable, a evitar enfermedades, a sentirnos sanos y a mantener una salud física y mental muy constructiva lo cual nos puede orientar hacia un estado del bienestar con repercusiones muy importantes en todos los ámbitos de nuestra vida.
¡Vale la pena!
La sociedad, en general, debe reaccionar para corregir esa peligrosa tendencia al sedentarismo que apuntan las investigaciones más recientes. El fomento de la actividad física debe entenderse como la mejor medicina preventiva que existe. Las autoridades sanitarias, educativas y deportivas deberían intensificar las campañas para concienciar a la población.
Dr. Mario Lloret
Catedràtic d’Anatomia aplicada a l’activitat física i l’esport de l’INEFC
Metge de l’Esport de l’Institut Arquer. Agent antidopatge
Creador del Mètode de Natació terapèutica®
Profesor colaborador en cursos de Quiromasaje nivel 2 en Espai Manual