Con las técnicas manuales conseguimos efectos sobre el sistema circulatorio en general, pero este es un sistema compuesto por diferentes subsistemas: el arterial, el venoso y el linfático. En este post nos centramos en concreto el sistema circulatorio venoso.
Es una parte crucial del sistema circulatorio que transporta la sangre desde los tejidos y órganos de vuelta hacia el corazón. A diferencia de la circulación arterial, donde la sangre es impulsada por el corazón hacia el resto del cuerpo, la circulación venosa implica el retorno de la sangre desoxigenada y con productos de desecho desde los tejidos hacia el corazón, donde será bombeada hacia los pulmones para su oxigenación.

Las características del sistema venoso las podemos resumir en:

  1. Venas: Las venas son los vasos sanguíneos encargados de llevar la sangre de vuelta al corazón. Existen venas de diversos tamaños, desde las venas más grandes, como las venas cavas, hasta las venas más pequeñas que se ramifican en todo el cuerpo.
  2. Venas superficiales y profundas: Las venas superficiales se encuentran más cerca de la superficie de la piel, mientras que las venas profundas están ubicadas más internamente en el cuerpo. Ambos tipos trabajan en conjunto para asegurar el retorno eficiente de la sangre.
  3. Válvulas venosas: Muchas venas contienen válvulas unidireccionales que ayudan a prevenir el reflujo de la sangre. Estas válvulas son especialmente importantes en las extremidades, donde la sangre debe vencer la gravedad para retornar al corazón.
  4. Músculos y bomba venosa: La contracción de los músculos que rodean las venas, especialmente en las extremidades, actúa como una «bomba venosa». Cuando los músculos se contraen durante la actividad física, comprimen las venas y ayudan a impulsar la sangre de vuelta al corazón.
  5. Presión venosa: La presión venosa es generalmente más baja que la presión arterial, y la circulación venosa depende en gran medida de factores como la contracción muscular, las válvulas venosas y la capacidad de expansión de las venas.

¿Cuáles son las alteraciones más habituales que podemos encontrar en el sistema venoso?

  1. Várices (venas varicosas): Son venas dilatadas y ensanchadas que generalmente aparecen en las piernas y los pies. Las várices pueden ser causadas por la debilidad en las paredes de las venas, lo que lleva a una acumulación de sangre y a la formación de venas abultadas y tortuosas.
  2. Trombosis venosa profunda: Es la formación de un coágulo de sangre (trombo) en una vena profunda, comúnmente en las piernas. La TVP puede ser peligrosa, ya que el coágulo puede desprenderse y desplazarse a otras áreas pudiendo provocar problemas graves.
  3. Insuficiencia venosa crónica: Ocurre cuando las válvulas venosas no funcionan correctamente. Esto puede llevar a la acumulación de sangre en las extremidades, causando hinchazón, dolor y otros síntomas.
  4. Tromboflebitis: Es la inflamación de una vena acompañada de la formación de un coágulo sanguíneo. Puede ocurrir en venas superficiales o profundas y suele causar dolor, enrojecimiento e hinchazón en la zona afectada.
  5. Flebitis: Es la inflamación de una vena, generalmente en las venas superficiales. Puede ser causada por una lesión o una infección, entre otras causas.
  6. Hemorroides: Son venas inflamadas en el recto y el ano que pueden causar dolor, picazón y/o sangrado. Las hemorroides pueden deberse a la presión excesiva en las venas rectales durante el esfuerzo en el momento de defecar. Si experimentas síntomas relacionados con problemas venosos, es importante buscar atención médica para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

¿Cómo evitar los problemas del sistema circulatorio venoso?

Mantener un estilo de vida activo, evitar el sedentarismo, mantener un peso saludable y usar medias de compresión son algunas medidas que pueden contribuir a una circulación venosa adecuada.

En casos más graves puede hacerse necesario utilizar tratamientos médicos o, en situaciones críticas, cirugía.

¿Cómo ayudar con las técnicas manuales?

Técnicas manuales como el Quiromasaje, el Drenaje Linfático Manual e incluso la Reflexología, pueden ser muy beneficiosas, eso sí, siempre que se adapten a cada persona y cada situación. Las alteraciones venosas requieren de unas premisas de trabajo específicas, que todo terapeuta debe conocer.

Aquí os dejamos algunas consideraciones relacionadas con el masaje y los problemas venosos:

  1. Evitar la presión excesiva en la aplicación de un Quiromasaje: Un masaje realizado con mucha presión, o bien con movimientos bruscos, podría aumentar la presión en las venas y no ser recomendable en casos de problemas venosos como por ejemplo una insuficiencia venosa. Es crucial comunicar al terapeuta sobre cualquier problema venoso antes del masaje.
  2. Elevación de las piernas: en general, elevar las piernas por encima del nivel del corazón ayuda a reducir la hinchazón y mejorar el retorno venoso. Algunos masajes pueden incluir posicionamientos que favorecen la elevación de las piernas.
  3. Uso de medias de compresión: En situaciones de insuficiencia venosa, se pueden recomendar medias de compresión para ayudar a mejorar la circulación y aliviar los síntomas asociados.
  4. Contraindicaciones específicas: En casos de trombosis venosa profunda o tromboflebitis, el masaje directo sobre la zona afectada está contraindicado, ya que podría aumentar el riesgo de complicaciones. Es esencial informar al terapeuta sobre cualquier historial de coágulos sanguíneos o problemas venosos específicos.
  5. Lo mejor, las técnicas suaves: En general, un masaje suave y relajante puede ser más apropiado que técnicas vigorosas o de tejido profundo para personas con problemas venosos.
  6. Observar y comunicar es esencial: Durante el masaje, presta atención a cualquier molestia o dolor. Es importante comunicar al terapeuta cualquier sensación inusual o si sientes que la presión aplicada es demasiado intensa.

Las técnicas manuales son beneficiosas para las personas con problemas venosos, salvo en casos graves o directamente contraindicadas por un médico. Eso sí, es importante que el tratamiento se realice de forma personalizada y con una comunicación abierta (terapeuta-usuario).

 

Arseni Sánchez
Espai Manual

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