“Nuestro cuerpo se lesiona en movimiento y se recupera con el movimiento” Dr. Kenzo Kase

El ser humano, en muchas de las situaciones que le toca afrontar durante su ciclo de vida, tiene un gran poder de adaptación, capacidad que nos asegura una mayor supervivencia. Nuestros antepasados deambulaban a cuatro patas hasta que la necesidad de buscar alimento en las alturas, los llevó a adaptarse y mantenerse en estado de bipedestación, evolucionando hasta lo que somos en la actualidad.
Este cambio, rápido y brusco en términos evolutivos, que se produjo en nuestra posición, ha provocado que en nuestro día a día, tanto a nivel estático como dinámico, se sucedan una serie de cargas a nivel de la zona lumbar que otras especies, que mantiene su apoyo sobre las cuatro extremidades, no aparecen; nos referimos a las lumbalgias.

Lumbalgia significa dolor lumbar. Este proceso puede estar producido por distintas disfunciones, tanto físicas (estructurales y/o viscerales), como emocionales.
Entre ellas podemos destacar:
– Anomalías en la estructura ósea de la columna lumbar
– Sobrecarga de la musculatura lumbar por exceso de ejercicio, posicionamientos no adecuados, etc.
– Alteraciones discales
– Hipertonía del músculo psoas – ilíaco
– Problemas del aparato digestivo
– Alteraciones renales
– Sedentarismo
– Sobrepeso

La posición erguida a la que ha evolucionado el ser humano, comporta una serie de cargas (debido al peso y la gravedad) a nivel de los discos intervertebrales de toda la columna vertebral y en especial en la zona lumbar, que facilitan la aparición de lumbalgias. No olvidemos que es una de las dolencias que generan mayor absentismo laboral.
Cuando sufrimos de dolor en la zona lumbar, sería recomendable en primer lugar tener un diagnóstico médico que determine qué estructuras están afectadas e idealmente que averigüe cuál es la causa que la produce.
Si no existe gravedad en el diagnóstico, estaría indicado tratarla con técnicas manuales.

Una pauta de trabajo con técnicas manuales podría ser:

  • Quiromasaje, al nivel adecuado de presión, para favorecer la descarga muscular y la circulación sanguínea
  • Maniobras para estirar la fascia y descargar de tensión los diferentes grupos musculares implicados
  • Aplicación de Vendaje Neuromuscular (VNM), que nos aumentará la efectividad del tratamiento.
    El VNM consiste en la aplicación de una venda de algodón y cianocrilato (adhesivo) que actúa a nivel de los diferentes receptores nerviosos diseminados en la piel, para, a través de ellos, ejercer efecto sobre nuestro sistema nervioso. La aplicación correcta de las cintas de este material, consigue disminuir la inflamación y por tanto el dolor.

En el caso de la lumbalgia, os mostramos dos formas simples de aplicación del Vendaje Neuromuscular:

Caso 1, con dolor agudo

Colocaremos tres tiras de VNM, con técnica muscular y redondeando los extremos, una a nivel central sobre la columna vertebral y las otras dos sobre cada paravertebral. A cada una de las tiras le daremos 4 – 5 cortes en forma de pulpo (cuantos más cortes aplicamos, más analgésico será el vendaje),
El anclaje base lo situaremos a nivel de D12 y el anclaje final en sacro.

Idealmente el color de las cintas será azul y/o negro.

Para colocar el anclaje base, el usuario estará en sedestación y posición neutra de espalda. Para enganchar el resto de la tira, le solicitaremos una flexión del tronco.

Primero colocamos la tira sobre columna vertebral y seguidamente las otras dos cintas sobre los paravertebrales, cada una de ellas independientes, sin sobreponerse.

Caso 2, molestias crónicas

En un caso crónico podemos utilizar también la técnica muscular, pero en lugar de usar el corte en pulpo aplicaremos la tira sin cortar, sólo redondeando las puntas de la venda, para darle una mayor adherencia evitando que se despegue con facilidad.

Podemos usar tres cintas, como os mostramos en en el ejemplo anterior, o únicamente dos, una sobre cada paravertebral.

La posición del usuario para la aplicación de las cintas será idéntica a la explicada en el ejemplo anterior.

Idealmente el color de las cintas será rojo, fucsia y/o negro.

 

El uso del Vendaje Neuromuscular es una valiosa herramienta por sí sola, efectiva, rápida y no invasiva, con multitud de posibilidades, tan versátil que permite la combinación con otras técnicas, tanto a nivel de Fisioterapia, Osteopatía y cómo no, también con técnicas manuales como el Quiromasaje o el Drenaje Linfático Manual.
Al igual que cualquier otra terapia, también presenta una serie de contraindicaciones, y aunque son pocas, es fundamental conocerlas:

Si se desconoce la técnica y sus indicaciones, mejor no utilizarla
Nunca aplicar sobre heridas abiertas
Vigilar la posible reacción alérgica
Nunca se aplica ante traumatismo severo sin diagnóstico médico
En embarazadas algunos vendajes están contraindicados, debido a las relaciones segmentales que podrían afectar al aparato reproductor.
Imágenes extraídas del libro «Vendaje Neuromuscular – kinesiotape – en Fisioterapia»  Autores: Txema Aguirre y Joseba Aguirre

Arseni Sánchez
Espai Manual

 

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