La enfermedad de Dupuytren debe su nombre a Guillaume Dupuytren, un patólogo francés (1777 – 1835). En esta alteración se produce un engrosamiento y acortamiento de la membrana que constituye la envoltura de los tendones flexores de los dedos, formada por tejido conectivo y denominada fascia. Se forman nódulos y bandas fibrosas que tiran de los dedos hacia la palma, dificultando la extensión completa de los dedos, generalmente anular y meñique. Es una enfermedad más común en hombres que en mujeres y de edades mayores de 50 años.
Causas del Dupuytren
La enfermedad de Dupuytren no tiene unas causas completamente conocidas, aunque se han identificado varios factores que pueden contribuir a su desarrollo. Entre algunos factores de riesgo se incluyen:
1. Genética: La predisposición genética juega un papel importante. La enfermedad tiende a ser más común en personas que tienen antecedentes familiares de Dupuytren
2. Edad: Es más frecuente en personas mayores de 50 años, y la incidencia aumenta con la edad
3. Sexo: Afecta más a hombres que a mujeres, con una proporción de aproximadamente 3:1
4. Etnicidad: Es más común en personas de ascendencia nórdica o celta, y menos frecuente en personas de ascendencia africana o asiática
5. Condiciones médicas: Algunas condiciones de salud, como la diabetes, la epilepsia y el consumo de alcohol, se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar Dupuytren
6. Trauma o lesiones: Aunque no es una causa directa, algunos estudios sugieren que lesiones repetitivas o trauma en la mano pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad
7. Factores ocupacionales: Trabajos que implican un uso repetitivo de las manos o que requieren una gran fuerza en las mismas, pueden aumentar el riesgo
8. Tabaquismo: Algunos estudios han sugerido que fumar puede estar relacionado con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad
Es importante recordar que, aunque estos factores pueden aumentar la probabilidad de desarrollar Dupuytren, el poseerlos no siempre indica necesariamente que se desarrolle la enfermedad.
Cómo se trata
El protocolo de tratamiento médico del Dupuytren puede variar según la gravedad de la afección y el grado de limitación funcional. Algunas opciones incluyen:
- Observación: si la afección es leve y no afecta la función de la mano, a menudo se recomienda simplemente «vigilar» que no empeore
- Inmovilización: uso de férulas de descarga, durante el descanso nocturno, para estirar la fascia y evitar la flexión del dedo o dedos afectados
- Hidratación: aplicar cremas hidratantes en abundancia o mezclas con aceites esenciales, para mantener hidratada la zona
- Fisioterapia: con ejercicios específicos que pueden ayudar a mantener la movilidad de los dedos y la mano
- Inyecciones de colagenasa: este tratamiento médico implica la inyección de una enzima, que ayuda a romper el tejido engrosado, permitiendo que los dedos se enderecen
- Cirugía: en casos más severos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para eliminar el tejido afectado y liberar los dedos. Esto se suele considerar cuando la función de la mano está significativamente comprometida
Cómo trabajar el Dupuytren con masaje
Antes de nada, y como siempre os recordamos desde Espai Manual, es importante consultar a un médico especialista para determinar el mejor enfoque según la situación de cada persona.
Trabajar la enfermedad de Dupuytren con masaje puede ser una forma complementaria del tratamiento médico, que ayude a mejorar la movilidad, reducir la fibrosidad y la tensión en la mano. Por lo tanto, ponerse en manos de un buen masajista siempre es una buena opción. Si además trabajas un poco en casa, mejor que mejor.
Os mostramos algunas maneras sencillas de aplicarse automasaje en la mano afectada:
1. Masaje de la palma de la mano
– Técnica: usa los dedos de la otra mano para masajear suavemente la palma de la mano afectada. Aplica presión moderada y realiza movimientos circulares y longitudinales
– Objetivo: ayuda a relajar la fascia y mejorar la circulación en la zona.
2. Estiramientos de los dedos
– Técnica: con la mano afectada en supino (la palma mirando hacia arriba), utiliza la otra mano para estirar suavemente cada dedo, manteniendo la posición durante unos segundos y repitiendo el estiramiento tres veces
– Objetivo: aumentar la flexibilidad y reducir la rigidez en los dedos.
3. Masaje de los nódulos o fibrosidades
– Técnica: si hay nódulos palpables, puedes intentar masajear suavemente alrededor de ellos con movimientos circulares o de fricción. Evita aplicar demasiada presión para no causarte dolor
– Objetivo: ayudar a suavizar el tejido y mejorar la movilidad.
4. Masaje de la muñeca y antebrazo
– Técnica: realiza masajes en la muñeca y el antebrazo, utilizando amasamientos y fricción. Esto ayuda a liberar la tensión en la cadena muscular que afecta la mano, sobre todo a nivel de los músculos flexores
– Objetivo: mejorar la circulación y reducir la tensión de los músculos flexores.
5. Uso de aceites o cremas
– Técnica: aplica un aceite vegetal mezclado con esencias (en especial aceite esencial de Jara: Cistus ladaniferurs, que tiene un importante efecto desfibrosante). Para una cucharadita de café de aceite vegetal, 1 o 2 gotas de aceite esencial son suficientes. O bien optar por crema hidratante para la realizar el masaje. Esto facilita el deslizamiento y hace que el masaje sea más cómodo y agradable, a la vez que conseguimos hidratar y nutrir la piel
– Objetivo: Hidratar la piel y facilitar el deslizamiento.
Consideraciones:
– Evaluación: El diagnóstico médico es necesario e imprescindible.
– No forzar: Si sientes dolor al realizar cualquier técnica, es importante detenerse y no forzar el movimiento.
– Regularidad: La constancia es clave. Realizar estos masajes de manera regular puede ayudar a mantener la zona lo máximo de flexible posible.
El Dupuytren es relativamente frecuente en los terapeutas manuales, como nosotros, que trabajamos cada día con las manos. Recordad que los movimientos repetitivos a los que sometemos nuestras manos y dedos constantemente, pueden ser una de las causas de su aparición.
La prevención, por lo tanto, como en casi todas las patologías en general, es la mejor manera de evitar la enfermedad de Dupuytren.
Desde Espai Manual aconsejamos:
Tanto a los profesionales de las técnicas manuales, como a otros profesionales que trabajan movimientos repetitivos, de fuerza o agarre con las manos:
1- Antes de comenzar su actividad diaria, realizar una gimnasia de manos (Gimnasia de manos en YouTube)
2- Al finalizar la jornada, hidratarlas y estirarlas, lo que facilitará la descarga de la musculatura y de la fascia palmar.
Arseni Sánchez y Marifé López
Espai Manual