¿A qué huele el verano? Si estás leyendo este post, seguro que te viene un aroma a la mente, sin pensarlo, e incluso afirmaría que eres capaz de sentirlo en este mismo momento si cierras los ojos. Tal vez te recuerda a un lugar en concreto, una persona, hierba, bronceador; tal vez te recuerda al mar….
El mundo de los aromas impacta enormemente en nuestro cerebro, es capaz de alterar nuestro comportamiento y cambiarnos el  estado de ánimo casi sin darnos cuenta. Puede hacernos sentir … Ufff, ¡Tantas cosas!.
Obviamente cada uno de nosotros va a tener unos aromas diferentes asociados al verano, pero si tenemos que poner unos valores generales, el verano simboliza sol, vacaciones, fiesta y…Mar.

La perfumería siempre ha buscado encontrar aromas que despierten sensaciones, que nos hagan sentir felices, atractivos, que nos aporten luz y que despierten nuestros sentidos.
En un artículo de Jenny Berg para la revista Elle, el 24/1/2024 sobre los aromas de verano, Shapiro decía acerca de un perfume:

«Es el primer día de unas vacaciones en el mar, te despiertas temprano, no hay nadie aún en la playa y notas la frescura de la mañana en el aire».

Conseguir ese efecto es un arte ¡con mayúsculas!

Una gran parte del mérito de un buen perfume radica (sin contar con el arte del perfumista, que es fundamental) en los aceites esenciales y substancias naturales, es decir, la Aromaterapia. Normalmente cuantas más substancias naturales de calidad contenga el perfume, más caro será; aunque existen substancias sintéticas que son análogas a substancias que se encuentran en la naturaleza y que son carísimas de crear.

Pero hay que dejar claro que Aromaterapia NO es perfumería. Son conceptos diferentes aunque ambos trabajan con aromas, y ambos se basan en la Aromacología.

La Aromaterapia utiliza única y estrictamente aromas naturales provenientes de plantas y tiene una finalidad terapéutica. No se utilizan productos sintéticos de ningún tipo.
Los efectos de la Aromaterapia sobre la salud son extraordinarios (salud física, mental y emocional) y están más que probados a nivel científico, sólo hace falta buscar los cientos de artículos médicos, rigurosos científicamente, que están al alcance de cualquiera que desee informarse profundamente.

Volviendo a un aroma tan abstracto como el del verano… ¿Cómo se consigue?

Se utilizan aromas de maderas, como la de cedro, flores, frutas, hierbas, especias y, en el caso de la perfumería, con substancias sintéticas creadas en laboratorio, como por ejemplo el ambroxan y el calone.

  • El ambroxan o ambrox es un compuesto sintético, pero la molécula se encuentra en la naturaleza, en el ámbar gris. Seguro que habéis oído hablar de este misterioso producto que se haya en el océano, como una roca flotante y que se pensaba que era esperma de ballena petrificado.

Hoy en día de sabe que es una secreción digestiva, una especie de vómito de una ballena en concreto, el cachalote. El ámbar gris es tremendamente caro (similar al oro) y en algunos países está prohibido su uso, como medida de protección de estos animales. La perfumería ha utilizado ámbar gris desde hace muchísimo tiempo, pero ahora no necesita el compuesto natural, ya que ha sintetizado la molécula aromática que tiene los mismos matices: aporta calidez, dulzor, misterio y un toque animal muy atractivo.
El ambroxan se crea a partir del esclareol, un compuesto que se obtiene de la esencia de la Salvia sclarea.

 

  • El calone produce un aroma de «brisa marina». Desde su creación, irrumpió con fuerza y revolucionó la perfumería. Hoy en día es un componente «imprescindible» sobre todo si se desea crear un ambiente fresco y veraniego que recuerde al mar. Consigue una base fresca, floral y frutal, perfecta para recrear el aroma del verano. Es un compuesto orgánico (metilbenzodioxepinona), de nombre watermelon ketone, con una estructura química similar a ciertos hidrocarburos, excretados por algas pardas y que actúan como feromonas.

En la naturaleza, el aroma a mar es el conjunto, muy complejo, de diferentes componentes como por ejemplo: ozono, azufre, yodo, sal, DMS o sulfuro de dimetilo, algas, marisco, material en descomposición y feromonas de algas pardas y cianobacterias (algas azules). Es un aroma tan reconocible que tiene su nombre propio: Maresía.

Si bien la perfumería consigue compuestos sintéticos de gran valor, siempre son espejos de algo que se encuentra en la Naturaleza. Por tanto, la Naturaleza es la gran suministradora de aromas, capaz de crearnos  tantas y tantas sensaciones diferentes.

Si te gusta el mundo de los aromas y la perfumería y aún no has leído un «clásico» : «El perfume» de Patrick Süskind, te recomendamos que no te lo pierdas.

Si deseas aprender sobre Aromaterapia, el mundo de los aceites esenciales y substancias naturales, contacta con nosotros.¡Empezamos un curso presencial en septiembre!

Y hablando de aromas, ¿sabes cómo se llama el aroma de la tierra mojada por la lluvia después de una tormenta?
Encontrarás la respuesta en nuestro Instagram: @espaimanual

Marifé López y Arseni Sánchez
Espai Manual 

 

 

 

 

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