El término «psicosomático» combina «psique» (mente) y «soma» (cuerpo), reflejando la interrelación entre ambos. El dolor psicosomático es un tipo de dolor que se origina a partir de factores psicológicos y no de una causa física directa. Cada día es más evidente y está más aceptado el hecho que las emociones, el estrés, la ansiedad o la depresión pueden manifestarse en el cuerpo como dolor, aunque no exista una lesión o enfermedad física previa que lo explique. Y ese dolor es muy real para la persona que lo experimenta.

Es importante tener claro que el dolor psicosomático no es «fingido»; es una respuesta genuina del cuerpo a factores emocionales, que al igual que las alteraciones físicas, desencadenan respuestas inflamatorias en nuestro organismo. Este tipo de dolor puede afectar diferentes partes del cuerpo, como la cabeza, el pecho, el abdomen, órganos, fascia e incluso a nivel muscular, en cualquier área corporal.

Algunos síntomas del dolor psicosomático pueden incluir:

Dolor corporal: puede presentarse en diferentes partes del cuerpo, como cabeza, espalda, o articulaciones, sin una causa médica clara
Fatiga: sensación de cansancio extremo que no mejora con el descanso
Problemas gastrointestinales: como náuseas, diarrea o estreñimiento, hinchazón abdominal y/o malas digestiones
Tensión muscular: rigidez o tensión en los músculos, muy frecuentemente en el cuello y los hombros
Dificultades para dormir: insomnio o interrupciones en el sueño debido a la ansiedad o el estrés
Cambios en el apetito: pérdida o aumento del apetito, a menudo relacionado con el estado emocional
Cambios de humor: comportamientos alterados sin explicación aparente

¿Qué características presenta el dolor psicosomático?

Es un dolor real, que puede llegar a ser de tipo agudo

Está relacionado con el estrés y las reacciones inflamatorias que el estrés mantenido (distrés) genera en nuestro organismo

Suele ser difícil de diagnosticar

Suele tener sintomatología múltiple

Tiene un impacto emocional y altera la calidad de vida de la persona que lo sufre

¿Qué tratamiento tiene este tipo de dolor?

El tratamiento suele implicar enfoques médicos (centrados en minimizar el dolor), terapias psicológicas (centradas en mejorar la respuesta emocional)
y técnicas manuales (que tienen un enfoque más holístico o global y se centran en equilibrar el organismo para mejorar la respuesta al estrés de forma natural).

Dentro del amplio abanico de técnicas manuales que se pueden aplicar para ayudar a una persona con este tipo de alteración, la Reflexología podal es una de las  más eficaces. Esta técnica manual milenaria se basa en la adecuada estimulación de puntos específicos en los pies, que activarán diferentes órganos y sistemas del cuerpo, con una finalidad básica: equilibrar, a todos los niveles. Reducir el estrés y mejorar el bienestar.

Dolor psicosomático y Reflexología

Qué pauta se puede seguir con Reflexología podal para trabajar con dolor psicosomático:

  1. Preparación previa

Es importante comenzar la sesión con un ambiente relajado, donde la persona pueda relajarse y liberar tensiones físicas y mentales. Esto ayudará a que el cuerpo esté más receptivo al tratamiento.

    1. Limpieza o Baño de pies: según la disponibilidad en nuestro espacio de trabajo, haremos baño de pies o bien pasaremos un algodón con desinfectante o alcohol
    2. Masaje de preparación del pie: básico para comenzar la sesión eliminando la tensión en la musculatura del pie y activando la circulación.
    3. Respiración profunda: comenzaremos con una presión bilateral, en los dos pies, a nivel del plexo solar, mientras se combina con inspiraciones y espiraciones profundas. La zona del plexo solar afecta directamente al sistema nervioso vegetativo, en especial al parasimpático; su estimulación ayudará a relajar cuerpo y mente.

En reflexología podal, los pies están conectados con todo el cuerpo a través de meridianos energéticos y a la vez poseen numerosas terminaciones nerviosas.

Cada persona es diferente y cada caso también. Esto hace complejo crear una pauta fija de tratamiento, ya que idealmente el reflexólogo debe adaptarse en cada caso, eligiendo qué zonas requieren de más atención.  

Para tratar el dolor psicosomático, en general será importante trabajar las áreas relacionadas con el sistema nervioso y sistema endocrino, juntamente con el estímulo de los órganos que se hayan visto afectados y trabajaremos todos aquellos puntos que al presionarlos se muestren especialmente dolorosos.

El trabajo de la Reflexología podal se aplica en ambos pies y una secuencia de trabajo podría ser ésta.

1. Zona del plexo solar

El plexo solar es un área clave, que se asocia a la acumulación de tensiones emocionales y estrés. En la planta del pie, este punto se encuentra en el área media del pie, justo debajo de los dedos.

    2. Área del cerebro y la cabeza

Los puntos de la cabeza y el cerebro, relacionados con la gestión mental y el control del sistema nervioso central, se encuentran en la parte superior de los dedos de los pies, en especial del dedo gordo.

    3. Columna vertebral
Es una proyección del cerebro y del sistema nervioso periférico. Encontramos esta zona en el lateral interno de cada pie

    4. Glándulas suprarrenales

Aquí se genera el cortisol, así que es importante equilibrar esta pequeña glándula que suele ser intensamente dolorosa a la presión. Se sitúa justo encima de los riñones, que encontramos por debajo del plexo solar

    5. Tiroides 

Es una glándula con múltiples funciones en nuestro organismo, básicamente metabólicas, pero se afecta mucho con altos niveles de estrés, así que forma parte de la secuencia básica de trabajo para dolor psicosomático. Se ubica en la base del dedo gordo.

    6. Sistema digestivo

El Sistema digestivo es el 2º cerebro, no cabe duda de su importancia tanto en la gestión emocional, como en la producción de serotonina y su influencia en el sistema inmunológico general. Ocupa un espacio grande en los pies, desde la mitad hasta el talón

   7. Zonas adicionales de relajación y liberación emocional

Corazón y pericardio, zona del hígado y vesícula biliar, riñón, zona del esófago, cardias, estómago y píloro e incluso zona de útero/próstata y ovarios/testículos; son zonas con frecuencia afectadas por mala gestión emocional y estrés.

 

 

La duración de los tratamientos suele estar entre los 45-60 minutos, y la frecuencia recomendada es de 1 o 2 tratamientos a la semana, ajustándose a la respuesta de cada persona, entre 1 y 3 meses.

En resumen, ¿qué puedo esperar de la Reflexología?

Regula el Sistema Nervioso en general, reduce la tensión muscular y el dolor físico, promueve un estado de calma mental y emocional, estimula la capacidad de autocuración y de equilibrio fisiológico, mejora la calidad del sueño y del descanso.

Otras técnicas que pueden ayudar

La Aromaterapia es una ayuda extraordinaria que se puede aplicar junto con las técnicas manuales. Podemos utilizar aceites esenciales adecuados para cada caso, ya que la Aromaterapia permite un bordaje tanto físico, por sus propiedades antiinflamatorias, descontracturantes, antiálgicas, etc. como emocional, por sus efectos relajantes y muy útiles ante estrés y alteraciones emocionales.

El Drenaje Linfático Manual provoca un efecto inmediato de relajación sobre el sistema nervioso, a la vez que es de gran ayuda ante procesos inflamatorios y dolores agudos.

El Quiromasaje sería una de las técnicas a tener muy en cuenta cuando ese dolor psicosomático provoca contracturas y rigidez muscular

La Osteopatía bioenergética es una técnica de liberación emocional, centrada en equilibrar la fascia, en especial el área del pericardio, cuando esta está afectada básicamente por mala gestión emocional

Por desgracia cada vez más usuarios sufren de este tipo de problema.
Recordad que para la persona que sufre de dolor psicosomático, es un dolor real y que nosotros como terapeutas, debemos considerarlo así. Lo ideal sería tener un diagnóstico médico y que se tratara por diferentes profesionales de la salud, para poder incidir tanto en la parte psíquica, como emocional y física.

Ejercicio físico, buena higiene de sueño, correcta nutrición y técnicas de relajación como la meditación, mindfulness, técnicas de respiración consciente, etc. etc. también son puntales importantes para mejorar nuestra salud, sin olvidar lo obvio: reír, hacer cosas que nos satisfagan, estar presentes, ser conscientes de nuestros sentimientos y estados emocionales (y dedicarles atención y cariño) para gestionarlos de la mejor manera posible… Todo eso sería de enorme ayuda para reducir el estrés y mejorar el bienestar.

¿Todo eso es mucho?

¡Siempre se puede empezar con la Reflexología!

Arseni Sánchez y Marifé López
Espai Manual

 

 

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